18 septiembre 2007

Incertidumbres


Esta mañana desperté. Con los ojos llenos de legañas...pensé si yo nunca tengo tantas legañas...y recordé que una noche más me quedé dormida llorando. Porqué lloraba me pregunto. No soy capaz de recordarlo, de todas formas...Qué más da, hoy brilla el sol.
Tengo la necesidad de quedarme un ratito más en la cama pero el maldito despertador me recuerda que tengo cosas que hacer.
Así, helada y aún dormida, bajo de la cama, donde dejo bien dobladitos mis sueños, y decido comenzar mi día...voy al baño me miro al espejo, a penas soy capaz de reconocerme...dónde está mi sonrisa? .Creo que la olvidé en algún rincón de la habitación ayer por la tarde. Me lavo la cara para quitarme estas legañas que no me dejan ver y corro a la habitación a buscar mi sonrisa perdida.
Busco por cada rincón, un mechero, pelusas, un clip,por qui, bolas de papel y un sueño extraviado por allá, y mi sonrisa que no aparece...Miro el reloj, uff es tardísimo, si sigo buscando llegaré tarde, así que dejo de buscar. Me visto, desayuno casi saliendo por la puerta y al llegar a la calle me enciendo un cigarrillo mientras espero que llegue el autobús...llegó el autobús, me monto, pensando todavía donde puedo haber dejado la sonrisa sin darme cuenta llego al final, bajo ensimismada, a penas miro al resto de personas que me rodean pero tengo la sensación de que ellos también olvidaron su sonrisa.
Ahora toca un ratito de metro...la gente sale y entra cada vez más apretujados todos, saco mi libro, enciendo el mp3 y a dejar que pase el tiempo...Sin embargo, hay algo que no me deja concentrarme ni en la música, ni en la lectura, he leido la misma frase 10 veces y no consigo encontrarle significado, pero ese algo no termina de aparecer o desparecer...l
Llego a mi parada.
Salgo corriendo porque efectivamente llego tarde, corro escaleras arriba, un poco de calle gris, otra vez escaleras, abro la puerta de clase...ufff menos mal parece que aun falta gente.
Me siento, hago como que dormito tengo miedo de que alguien descubra que perdí mi sonrisa.
A los pocos minutos empieza la clase y entro en una especie de letargo de formación abro los ojos para no perderme nada, bueno intento abrirlos porque el sueño me planta una dura batalla, a que hora me dormí anoche?...
Llega la hora del café porfin...bajamos unos más ansiosos que otros, los ansiosos somos los fumadores, vamos al bar, charlamos un rato, y cuando más a gusto estoy, ale otra vez a la clase donde vuelvo a aletargarme.
Miro el reloj mil veces y parece que el tiempo se hubiese detenido...parece que tengo hambre. No es aburrimiento, si estuviese en casa ya habría visitado unas cuantas veces el frigorífico para ver que picoteo, paseos infructuosos todos ellos pues nunca encuentro aquello que fui a buscar, eso que sabes que te apetece pero a lo que no eres capaz de poner imagen... 2 minutos y podré marchar a casa para proseguir con mi búsqueda. Pero antes toca otro ratito de metro y un paseo hasta casa...
Las estaciones van pasando...rápidas, distantes, una voz anuncia mi parada. Me levanto despacito, me ecerco a la puerta, el tren va frenando hasta detenerse. Se abren las puertas y salgo pitando, bajo las escaleras mecánicas mientras preparo otro cigarrillo, salgo por la puerta, lo enciendo...por fin, ya queda menos para llegar a mi refugio...Miro el móvil como esperando algo, lo cojo y me digo voy a ver si hablo un rato con el niño perdido, pero no lo coge... sigo subiendo la calle... Me resulta curioso el ritmo de las cosas, parece que todo se mueve al son de la canción que voy escuchando...que graciosa la abuela que parece que va bailando mi canción...
Ya veo mi casa al fondo ya queda poco...
Llegué a casa...Hola! y entro corriendo a la habitación para quitarme mi disfraz de calle...Enciendo el ordenador mientras me lavo las manos y voy al salón a comer, allí está mi familia mi madre con su sonrisa triste, mi padre con su sonrisa cansada, mi hermano con su sonrisa energética... y dónde está mi sonrisa?
Mientras comemos se comenta el tiempo, la política, mi hermano cuenta alguna anécdota que nos anima a hablar, ¿qué haríamos sin él?, terminamos de comer y salgo corriendo a la habitación, a buscar mi sonrisa, pero no muy en serio, porque hay que recoger los cacharros. Ahí nos encontramos mi madre y yo, ella con su sonrisa triste me mira como si notase que pasa algo, yo agacho la cabeza para que no lo descubra. Intento acabar pronto, que difícil es una vida sin sonrisa.
Ya en la habitación, busco entre los libros, entre las fotos, uff que de recuerdos se ocultan en ellas, un nudo me sube por la garganta y amenaza con no dejarme respirar, los ojos se humedecen... NO! no puedo llorar que tengo que encontrar mi sonrisa y las lágrimas no me dejarían ver.
Sigo buscando...Nada ya desesperada miro en google por si el supiera donde está...parece que esta vez no tiene respuestas... Miro entre mis páginas favoritas por si estuviese por allí pero tampoco aparece...
El nudo se va haciendo grande...Salgo a la calle por si se fue a tomar el sol a algún parque, o a ver atardecer junto al lago.
Intento parecer calmada cuando ando por la calle, pero los nervios me aprisionan, los cigarrillos se consumen en mis labios, a medida que recorro las calles y los parques y no aparece...las horas pasan y tengo que volver.
Ya en casa se repite el ritual de mediodia todos juntos cenando hablando de naderias.
Estoy agotada, así que me voy a dormir, a medida que voy perdiendo consciencia el nudo se hace más grande y las lágrimas se agolpan en mis ojos y ya me da igual las dejo salir... hasta que entre hipos, cansancio y lágrimas caigo en los brazos de morfeo...
Esta mañana desperté. Con los ojos llenos de legañas...pensé si yo nunca tengo tantas legañas...y recordé que una noche más me quedé dormida llorando. Porqué lloraba me pregunto. No soy capaz de recordarlo, de todas formas...Qué más da, hoy brilla el sol.

2 comentarios:

Apostol dijo...

Las sonrisas estaban en cada sitio que buscaste. Las sonrisas están en cualquier parte. ¿Es aburrido el trayecto en metro? sí ¿odias tu rutina? sí ¿echas de menos algo? sí. A todo el mundo le pasa. Pero hay una chispa que yo sé que se esconde detrás de tus ojos que debes liberar.

Y esa chispa es la de mirar el mundo con asombro, deleitándote en las cosas sencillas. Mil veces te ha dado el aire en la cara, aprende a sentir cómo te envuelve, a disfrutar de esos hilos de seda haciendo cosquillas en tu rostro. Mil veces has subido en el metro, aprende a ver la belleza de la abuela que se sienta en frente, con sus años de experiencias que se han marcado como surcos en su piel. Mil veces te has despertado en tu cama, aprende a sentir el silencio de la madrugada, o los ruidos amortiguados de los vecinos, o imagina la escena que en la cocina, provoca los tintineos de vasos, platos y cucharas.

En definitiva, cada cosa tiene dos caras, si por un lado no te gusta, dale la vuelta y ahí encontrarás la sonrisa.

Un beso pequeña!

miguel ángel salinas gilabert dijo...

Para los días sin sonrisa no hay nada como dejarse llevar por la melancolía tristona de la bossanova de los 60:

http://www.radioblogclub.com/open/78421/orfeo/Orfeo%20negro%20-%20manha%20de%20carnaval

Dejarse llevar, y desgarrarse el alma un poquito. Y después... como bien dices... al día siguiente, siempre sale el sol, como en el final de la peli "Orfeo negro", de la que también cogí la anterior canción:

http://es.youtube.com/watch?v=v0jZRkFtksI&mode=related&search=

Pues nada chica. Tu sonrisa siempre es dulce... ay. Un abrazo... vete por la sombra...