10 septiembre 2007

28.2.06 Entre hilos y Corazones


Una mañana empezó a nevar de nuevo, los copos caían en mi cara y se deshacían con a penas un roce sobre mi piel, resbalando por mis mejillas mientras eran arrastradas por el viento... Es maravilloso cuando notas que estás vivo.
Miré a mi alrededor y vi pequeños hilitos plateados que me conectaban con el bosque, con cada árbol, cada ardilla, cada ave y todo ser vivo que aqui mora. Entrecerré los ojos para verlos mejor y me di cuenta de que todos no eran iguales unos eran hilos finos, otros más gruesos, unos simples y otros trenzados, alguno tenía nudos y otros algún enredo y cada uno era diferente a su manera. Entendí que la suma de todos me formaba a mi misma que yo era gran parte ellos. Es curioso cómo nacen y se deshacen los hilos, unos crecen rápidamente y se desvanecen con la misma rapidez, otros más lentamente pero todos sin excepción tenían algo mío y me traían algo del otro extremo aunque no siempre fuese visible.
Y recordé un sueño en el que descubrí un hada bajo un túnel montada en un gusano de metal, su cuerpo no parecía suyo era una capa de camuflaje que la ocultaba a la vista de los poco conocedores, de los que no saben mirar, pero sus inocentes ojos que tenían esa chispa de alegría inagotable, de generosidad sin límites, la delataban, pensé en susurrarle mi descubrimiento, pero no sé si el miedo atenazó mi garganta o quizás una clase de sensatez oculta que no alcanzo a comprender me hizo mantenerme callada y dejarla seguir pensando que su disfraz era perfecto, y fue recordando este sueño que me descubrí que esa también era yo, mis sueños y su contenido. Y algo así como un recuerdo de memorias pasadas vino a mi cabeza un cuento: una vez un viajero llegó a un pueblo, allí en la plaza del mercado entre los gritos de los vendedores, había un extraño revuelo, el cansado viejero se acercó a observar y esto fue lo que pasó: Allí había un chico que mostraba a todos su corazón decía que era el más bonito de todos pues no tenía ningún defecto, todo el mundo lo miraba asombrado elogiando lo bonito de su corazón, de repente un viejo se acercó y dijo tu corazón no es el más bonito , a mi me parece más bonito el mío y lo enseñó todo el mundo vio un corazón lleno de heridas y cicatrices, incluso le faltaban trozos y los que tenía no encajaban bien, el chico le dijo que a el le parecía un corazón feo que no entendía porqué el viejo opinaba que el suyo era más bonito. el viejo explico lo siguiente: mi corazón es más bonito poruqe indica que he vivido, cada trozo que falta significa que una vez le entregué una parte alguien a quien amé, en ocasiones esas personas también me dieron uno suyo, unas veces era mayor que el que yo les di y otras menos por eso no encajan todos, sin embargo el tuyo esta impoluto nunca has dado ni te han dado eso no es vivir. El chico con lágrimas en los ojos cogió un trozo de su corazón y se lo entregó al viejo dándole las gracias por lo sabio de su parecer, el viejo tomó otro trozo del suyo y se lo entregó al muchacho y partieron de allí agarrados como buenos amigos dejando estupefactos a los mudos espectadores.

No hay comentarios: