10 septiembre 2007

26.11.05 Mariposas


Cuando todavía notaba el frescor del agua de la fuente en mi garganta, miré al cielo gris, y descubrí las copas de los árboles como pequeñas casitas que protegían a sus inquilinos del frío, de aire, la lluvia y la nieve. Es sorprendente lo que se puede descubrir cuando parece que todo esta muerto, sólo hace falta mirar, abrir los ojos, andar, dejar tu huella impregnando tu camino de tu especial esencia, sólo así se consigue la eternidad del pensamiento. Dejé volar mis pensamientos como mariposas al principio temerosas, que desplegan sus alas, remontan el vuelo y curiosean por todo el bosque inundándolo de destellos, de estrellas, Las blancas del invierno son tan... enigmáticas no sabes cómo pueden soportar el frío, pero comprendes que a pesar de la fragilidad de su aspecto son más fuertes de lo que imaginamos, cada uno tiene su propia fuerza interior que le impide caer incluso cuando parece que está a punto de tocar el suelo al final de una caida, cada uno tiene sus alas que le permiten volar y unirse a la eternidad. Así me di cuenta de que había comprendido parte del secreto de la fuente de la eternidad.

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