02 abril 2009


Cuando todo esta oscuro, no sabes donde estas por donde entraste o por donde puedes salir.
Miras tu reflejo en el espejo y apenas te reconoces, antes brillabas no te hacía falta luz y ahora sin embargo no eres capaz de ver a más de un palmo de distancia de tu nariz.
Sientes escalofríos y te preguntas si alguna vez estuviste tan solo, ya no eres capaz ni de recordar todo está centrado en el ahora, no ves más allá. Se te cierra el estómago, con un nudo que te atenaza y amenaza con cortarte la respiración de forma permanente. Te tumbas te haces un ovillo agarrándote las rodillas como muestra de que aun sigues aquí. Tienes miedo, los ojos anegados en lágrimas te escuecen al igual que la cara.

Abres los ojos todo sigue estando oscuro, intentas buscar a tientas con tus manos recorrer el contorno del lugar buscando algo que de luz, una salida y te das cuenta de que estas rodeado de muros de piedra, estás en la cárcel en la que has convertido tu vida, sin salida, sin luz, a solas.

2 comentarios:

David dijo...

Que hay, tia.

Mirando el blog de miguel, he llegado al tuyo.
¡¡Que feliz descubrimiento!!

Otro día me meto y husmeo.

Un saludo.

Apostol dijo...

¿Y si en vez de mirar al futuro con miedo lo haces con ilusión? ¿No sería más positivo todo? ¿Por qué los cambios tienen que ser a peor?
Lamentarse no sirve de nada, actuar sí.